EUROPA
PRESS
05 abril
2022
Requerimientos
nutricionales de hombres y de mujeres: ¿debemos comer lo mismo?
La nutrición ha de ser equilibrada y
variada para todo el mundo por igual, independientemente del género y de la
edad. Es una inversión de futuro y debe proporcionar la energía y todos los
nutrientes en cantidad y calidad suficiente para cubrir las necesidades de cada
individuo y conseguir un óptimo estado de salud.
El tener una nutrición equilibrada y variada tendría que ser
uno de los pilares fundamentales de todo el mundo, independientemente del
género y de la edad, pero sí es cierto que las mujeres, a lo largo de su vida
biológica, pasan por diferentes etapas donde tienen que tener especial interés
en según qué cosas", defiende en una entrevista con Infosalus Xus
Murciano, especialista en nutrición y dietética en la Clínica Dexeus Mujer.
Por ejemplo, dice que una adolescente niña empieza a tener
la menstruación, por lo que deberá reforzar el aporte de hierro y maximizar su
absorción. Por eso, insiste en que la nutrición
saludable "no tiene edad ni tampoco género", pero sí ve cierto que
las mujeres tienen momentos puntuales a lo largo del mes y de la vida que sí
que requieren de un especial interés según qué nutrientes.
Asimismo, la especialista en nutrición, que acaba de
publicar '¿En qué somos diferentes las mujeres? Nutrición saludable específica
para mujeres de todas las edades' (Amat Editorial), insiste en que hay factores
que marcarán las necesidades alimenticias concretas, como por ejemplo las
características propias del individuo como la edad o el sexo, su composición
corporal o la talla, aparte de las variaciones genéticas o biológicas que hacen
que existan diferentes grados de absorción y aprovechamiento de los nutrientes.
"También se ha de tener en cuenta el estilo de vida
como la actividad física o el fumar, los hábitos alimentarios, el modelo dietético,
o las costumbres culinarias. Por otra parte, se han de considerar las
descripciones de las nuevas funciones de los nutrientes, sobre todo las
relacionadas con las enfermedades crónicas, al igual que los efectos sinérgicos
de algunos nutrientes en el mantenimiento de la salud, como el calcio en
relación a la densidad ósea", remarca Murciano.
Por otra parte, la experta de Clínica Dexeus Mujer precisa
que no podemos olvidar que determinados tratamientos térmicos pueden causar la
pérdida de algunas vitaminas, al mismo tiempo que hay alimentos que pierden
algunas de sus características cuando los cocinamos o los mantenemos expuestos
a la luz.
"Podríamos preguntarnos si las mujeres tenemos
necesidades y requerimientos diferentes de los hombres. La respuesta es un
rotundo sí. En cuanto al ADN, ambos sexos somos idénticos en un 99%, pero
físicamente las mujeres tenemos menor porcentaje de masa muscular, y por tanto,
nuestras necesidades calóricas son menores, lo que significa que debemos comer
menos, sobre todo en determinadas épocas, como la menopausia", defiende.
Cambia la composición muscular
Xus Murciano subraya en el libro además que desempeñan un
papel fundamental la testosterona y los estrógenos, cuya disminución en el
cuerpo femenino será la responsable de la acumulación de materia grasa y por
consiguiente la causante de la figura de pera que caracteriza a las mujeres.
"Ellos tienen más musculo, con lo cual, sí que es cierto que sí tenemos
que vigilar el consumo de los carbohidratos, y controlar su ingesta",
añade.
Los hombres, por su parte, deben potenciar esa mayor masa
muscular que tienen, según prosigue, ya que los músculos se alimentan de
proteínas y por eso el requerimiento en los hombres conlleva un incremento de
500 kilocalorías, a diferencia de la mujer, agrega.
"Por eso, a la hora de confeccionar un menú no debemos
diferenciar géneros, debemos tener claro cuáles son las bases de ese plato
saludable, y entonces minimizar o maximizar en función de las necesidades de
cada uno y de nuestra etapa vital, tanto en el caso de los hombres como en el
de las mujeres", sostiene Murciano.
Recuerda que, en el caso de la mujer y el ciclo menstrual,
según el momento del mismo varía el requerimiento energético: "Este será
mayor coincidiendo con el pico más alto tras la ovulación (entre un 10 y un 14%
más). Este requerimiento superior podría ser el causante de nuestra felicidad,
pro acaba no siendo así ya que, al mismo tiempo, es el causante del síndrome
premenstrual. ¿Por qué? Pues porque durante este período de tiempo
acostumbramos a retener líquidos y a sentirnos hinchadas, lo que se traduce en
un aumento de peso".